lunes, 18 de febrero de 2013

Cap. 18: Many times I sacrificed and dealt with the pain


Llevaba dos días encerrada en mi habitación, tratando de plantear simples ideas en papel.
Me sorprendía que los pecados no me hubieran molestado por lo de Avaricia, pero el plan para encontrarlo ya había comenzando.
Estos días de soledad me habían servido para aclarar bien mis ideas y saber cuáles son los pasos a seguir de mis múltiples planes, el primero de ellos, ocultarme de Syn.
No necesitaba acosadores por el momento.
Tenía todo listo para el maravilloso plan que tenía en mente, aunque lo que me impedía empezarlo de lleno era mi nuevo trabajo.
Salí de mi habitación y me dirigí inmediatamente a la oficina de Jimmy.

-a quien tenemos aquí…- dijo, al verme aparecer
-trátame con respeto, soy tu jefa- dije, sentándome frente a él
-bien… jefa- dijo, remarcando la última palabra- que la trae por aquí?
-quiero que reúnas en este preciso momento a los pecados, necesito hablar con ellos
-ya encontraste a Avaricia…?
-me viste salir de mi habitación?
-no?
-entonces no preguntes tonteras- dije- tengo que comunicarles algo
-puedo saber de qué se trata?
-lo sabrás ahí
-algo más?
-si, volveré a mi habitación porque el aire puro comienza a dañarme- dije, levantándome del asiento- infórmame cuando ya estén todos listos

Camine rápidamente hacia mi habitación, sin detenerme en nada.
Había estado mucho tiempo alejado de ella.
Me acerque a mi escritorio, tome todas las hojas escritas y las comencé a quemar. Escribirlas me ayudaban a memorizar y no necesitaba que de alguna u otra forma, ellos se enteraran y menos, de lo que Jared tenía en mente.

-Sam…?- la voz de Jimmy se escuchaba en la puerta, así que gire en la silla, para quedar frente a él
-si…?
-están todos listos
-ve con ellos, bajo en seguida

Cuando baje, los encontré a todos levemente sorprendidos, ya que, digámoslo, pasaron dos días sin verme. Lo más probable era que pensaran que estaba muerta.
Estaban todos, así que era verdad lo que suponía: estaban en casa
Jeje, que comience el juego!

-chicos, los he reunido porque les informare de pequeños cambios que he realizado a su rutina y obligaciones, así que no quiero que ninguno me interrumpa. Al final, habrá tiempo de preguntas ¿Entendido?- dije y todos asintieron, más cara de sorprendidos- mientras estaban bajo el mando de Jared, no tenían obligaciones con respecto a cuantas personas debían atraer a su respectivo pecado, bueno, eso va a cambiar. Cada uno debe darle su pecado a mínimo, cinco personas al día. Los casos difíciles que se les presenten, como que tiene más de un pecado y blablablá, me las informan y yo me haré cargo ¿Preguntas?
-Yo- dijo Andy, levantando la mano- cinco personas al día? No es mucho?
-hay millones y millones de personas dando vueltas por ahí y millones más por nacer ¿Tú crees que es poco?, siguiente
-cinco personas solamente al día?- dijo Ronnie
-como mínimo, si son más, bienvenidos sea, si son menos… ahí veremos que hacemos- dije- lo siguiente, antes de que sigan con las preguntas… lo otro que debo informarles es que yo me haré cargo de los castigos en los círculos, les preguntare a ustedes cualquier duda, pero yo haré efectivos los castigos
-porque tú?- dijo Matt- porque no nosotros, sabemos mejor acerca de las personas que tu
-ya sabes, me gusta la sangre, tripas, gritos y esas cosas medias feas
-pero todavía no entiendo…
-no hay nada que entender Matt, yo castigo ahora. Punto. ¿Algo más?
-no- dijo Ronnie- al menos de mi parte esta todo claro: cinco personas al día mínimo, no más castigos en los círculos. Tomo nota
-entienden todos?- todos asintieron- bueno, quedan libres. Mañana parten estas nuevas reglas. Pueden retirarse- los pecados se levantaron y comenzaron a volver a sus habitaciones, comentando lo que les acababa de decir. Jimmy se acerco a mí
-cuales son mis nuevas obligaciones?
-necesito que me facilites toda la información que comience a solicitarte, sin preguntar
-puedo preguntarte algo de lo que les dijiste a los pecados?
-si
-por qué pides los castigos? Eso solo lograra de que pierdas la cabeza de a poco!- dijo, ambos hablábamos en voz baja, casi en susurros- ellos saben lo que deben hacer, mientras tú, tú tienes que mantenerte lo más alejada de eso si quieres vivir sanamente
-necesito saber Jimmy, en que me puedo convertir- dije- necesito saber hasta dónde puedo llegar, que es lo que realmente soy
-Sam, lo que paso antes con lo de las gemelas, eso fue simplemente…
-algo del momento?- dije, interrumpiéndolo- no lo creo
-Sam, solo quiero que te mantengas lo más alejada de todo este mundo por un tiempo, necesitas pensar en lo que haces
-eso lo dices porque leíste lo que le mande a Jared
-sé lo que él firmo- dijo- y no me gusta para nada lo que estás haciendo
-acaso no quieres saber lo que es estar vivo de verdad de nuevo?- dije. Jimmy me miro con una expresión que no había visto antes en sus ojos- necesito y te pido que no comentes nada, esto será un secreto entre tú y yo. Aceptas?
-un trato con, como decirlo, la segunda al mando?
-aceptas o no?
-siempre- dijo y me dio la mano
-ahora- dije- necesito que me entregues toda la información que tengas de los chicos
-algo más?
-también quiero que me des información de los hombres que han presentado avaricia en los últimos meses, en especial, si ese pecado ha crecido con el tiempo
-te dejaré todo en tu habitación en una hora
-está bien
-otra cosa Sam…- dijo- no quiero que sientas que tienes la obligación de hacer lo que piensas hacer, cada uno eligió estar aquí y convertirse en lo que es
-lo sé, yo también elegí- le sonreí- tranquilo, por ahora, sé lo que hago
-no lo creo mucho, pero así eres
-ahora señor Sullivan… a trabajar!
-usted igual, señora Sullivan- dijo, yéndose a su oficina
-señorita!- dije y se escucharon sus carcajadas a la distancia.

Volví a mi habitación y me senté en el borde de la cama, pensando en la mortalidad del cangrejo y en miles de cosas más.
Mi mente andaba últimamente en cualquier parte, menos en donde debería.
Ahora me creía la salvadora de las almas perdidas.
Bueno, en algo me tenía que entretener por el momento.
Gire la cabeza para mirar la fotografía que tenia sobre mi velador.
Me levante y fui a la oficina de Jimmy, por segunda vez en el día

-Jimmy- dije. Lo encontré buscando en unos archivos
-todavía no tengo tu información- dijo, sin quitar la vista de los papeles
-no vengo por eso- dije- necesito otra cosa
-qué?- dijo y al fin me miro
-quiero los archivos de…- trague saliva- la familia Sullivan
-familia Sullivan?
-mejor dicho… de mi familia y de mis amigos, los cercanos
-por qué quieres eso? No te los voy a pasar
-hiciste un trato
-pero… por qué?!
-solo… quiero los papeles- me quedo mirando, tal vez buscando algo que dijera él porque quería esos papeles, pero no se lo haría fácil.
-toma- dijo, abriendo un cajón de su escritorio
-los tenias… a la mano?
-algo de mi dijo que tal vez algún día los querrías ver
-gracias- dije
-Sam… por favor
-te los devuelvo luego- dije, cerrando su puerta de un portazo.

Me senté en el escritorio y prendí la luz, no quería perderme nada de lo que estaba a punto de leer.
Respire hondo.
No, ya no quiero leer nada.
Gire en la silla, dándole la espalda al escritorio y a los papeles. La verdad, es que tenía miedo de lo que podía estar a punto de leer.
¿Qué harás ahora Samantha?
Me quede unos minutos mirando el techo, hasta que al fin me decidí a abrir el primer documento.
Beatriz Sullivan: Mi madre.
Avaricia, lujuria…
Estaba aprendiendo más cosas de mamá de lo que ella tal vez creía conocer de sí misma.
Ahí salía todo sobre ella, cuando fue la primera vez que dio un beso, cuando se caso, cuando fue que nos tuvo a mi hermano y a mí. Todo
Absolutamente todo.
Hasta la vez que le fue infiel a mi padre o mejor dicho, desde cuando…
Por mis ojos caían pequeñas lagrimas que comenzaron a manchar las hojas que leía, tal vez no era por el hecho que estaba ahí toda la vida de mi familia, sino por la cantidad de secretos que nunca fueron dichos, las veces en que ellos sonrieron cuando realmente estaban llorando en el interior, las veces que decían una cosa, cuando en verdad era lo contrario
Las veces que me engañaron y se engañaron a ellos mismos.
Estaba terminando de leer la hoja de mi hermano cuando, en el fondo de la carpeta, aparecieron unos papeles que se encontraban juntos por un clip.
Samantha Sullivan.
Eran mis archivos.
En la primera hoja, en donde salía la información relativamente básica (edad, familia, cosas favoritas, etc.) había un gran timbre, de color rojo que decía “elegida”.
Busque en la parte de los pecados y salía un gran asterisco, lo busque en salía en observaciones: Equilibrio perfecto entre pecados y virtudes.
Eso era lo que me hacia tan especial?
Estaba incompleto, eso era claro, ya que le faltaban varios espacios por rellenar.
Creo que estuve llorando por un largo rato
¿Realmente te duele enterarte de estas cosas Sam?
Toda familia tiene sus secretos, pero no toda familia tiene un familiar que va a reemplazar al diablo.
Fui a la oficina de Jimmy

-por tercera vez?- dijo cuando abrí la puerta
-toma- dije y le pase los archivos que me había entregado- puede que después no me veas en mucho tiempo así que aprovecha de verme ahora
-y… que tal?
-solo diré… wow!- dije y me apoye en la muralla, al lado de la puerta
-te enteraste de muchas cosas que no querías enterarte, no?
-digamos que me ayudo a saberlas, nunca mire a mi familia como santa, sabía que tenía sus defectos y todo, pero ahora al menos sé él porque
-te dolió?
-creo que… me lo esperaba
-sabias lo de tu mamá?
-no, pero… lo suponía…
-era mejor que no los hubieras leído- dijo Jimmy, guardándolos en su escritorio
-Jimmy… ¿Por qué mi hoja está más vacía que el resto?
-hay cosas que no se saben de ti y otras que se han ido eliminando, como lo de la familia
-porque ya no la tengo?
-exacto
-y va a llegar a un punto… en la que no tengo nada?
-ve el archivo de Jared- dijo, pasándome muchos papeles en blanco, en la que solo salía el nombre de Jared y su fotografía
-vaya…
-te sorprende que no tenga nada
-no, que tenga taaaaantos años y siga viéndose tan joven!
-anda a acostarte Sam- Jimmy se levanto y se acerco a mí. Me tomo de los hombros- nos esperan largos días, tú tienes que buscar a Avaricia y yo… tengo que buscar muchos papeles
-suerte entonces- dije, abrazándolo y despidiéndome de él
-suerte para ti igual- dijo y me fui a mi habitación.

Nunca antes había tenido tantas pesadillas…

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