-¿Qué esperas?- Dijiste, casi en un susurro
-Pensaba que tal vez pedirías que me arrepintiera.
-¿Para qué? Sé perfectamente que eres un ser sin corazón y nada de lo que diga puede hacerte cambiar de opinión
-Realmente estas seguro de eso? Realmente crees conocerme?
-Si- Lo dijiste, mirándome fijamente
-Sabes? He aprendido muchas cosas en estos años y una de ellas, es que nunca se termina de conocer a la persona
-¿Por qué lo dices?
-Porque tu no me conoces y no hiciste nada por intentar hacerlo
-Eso no es cierto!
-Claro que lo es- en ningún momento mi semblante serio se inmuto. Lo mire- si lo realmente me conocieras, sabrías que si me dijeras "no me mates! no lo haría
-Entonces no me mates!
-Eres tu el que se estaba matando, destruyéndose lentamente- Deje salir una pequeña sonrisa- Toma- Baje el arma y se la acerque- Estoy segura que serás tu quien presione ese gatillo
-¿Por qué lo crees?
-Yo que yo si me he dado el tiempo de conocerte.
Le di la espalda, a pesar de que estaba la posibilidad de que, aprovechando mi descuido, disparara en mi contra.
Escuche como caía al suelo y dejaba caer el arma, sin apretar el gatillo.
También sabia que no seria capaz de apretar el gatillo en mi contra o en contra de cualquiera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario