Volví a clavar la mirada en la pequeña ventana que me otorgaba la iluminación necesaria para permanecer ahí.
Podía sentir pasos que iban por todo el pasillo, cosa que ocurría todos los martes, por cosa de visita. Me agradaban los martes, por el simple hecho de que en las habitaciones no hubiera nadie
Toque la muralla de mi habitación, pude sentir como mis demás compañeros recibían a sus apreciadas visitas, gente con el valor necesario para pasar por la gran puerta rojiza y ese gran cartel que con letras café anunciaba “Siquiátrico Carson”.
No estaba ahí porque sufriera de alguna enfermedad mental, sino que simplemente por decisión mía. Puede sonar extraño ¿Por qué encerrarse en un siquiátrico?, la respuesta era simple y tenía como resultado mi extraño don o para mí, una maldición.
Llevaba un año en esas cuatro paredes, no tenia compañera por decisión mía y siempre ocultaba mis manos. Tal vez, ni estaba en un grado loca…
Tenía miedo
Corrección, me tenía miedo a mi misma
Siempre pensaba eso y mucho más desde que estaba aquí. Soy un bicho raro
No salía de mi habitación, las enfermeras me tenían miedo, saben lo que podía pasar ¿para qué romper mi tranquilidad?. Una vez entallecí conversación con una joven, que estaba aquí por intento de suicidio. Conversamos, sonreímos más de una vez, me pregunto por qué estaba ahí y no le conteste. Toque sin querer su brazo, vi algo… al otro día, amaneció muerto.
Esta era mi segunda vez en este lugar
Tocan mi puerta y la perilla se mueve lentamente. Era una enfermera, pude notar en sub mirada compasión hacia mí.
-querida, han venido a visitarte…- dijo, me esperaba con la puerta abierta
-quiénes son?- pregunte, volviendo la mirada a la ventana que tanto llamaba mi atención
-son dos jóvenes, de tu edad
Me levante, saliendo de la habitación, arrastrando mis pies. Al pasar cerca de la enfermera, esta se alejo, también me tenía miedo. Sentí el corte del aire por la puerta y como la mujer me seguía, manteniendo la distancia.
Seguí caminando hasta que llegue a un salón, fije mi mirada en cada uno de los sillones, hasta que al fin reconocí un rostro. Me encamine, mientras dos jóvenes venían a mi encuentro
-Lena…- dijo Amy e hiso el gesto de abrazarme, pero yo no saque mis manos de los bolsillos del pantalón
-no te alegras de vernos?- pregunto Matt
-no… no es eso- dije al fin- deberían saberlo
Hace un año que no los veía, el tiempo los había favorecido. Amy había crecido unos centímetros más, volviéndola más alta que yo y resaltando su físico atlético. Estaba vestida con unos pitillos negros y una polera negra, con líneas rojas, que resaltaban más sus atributos físicos y su delgadez. Su pelo no había crecido mucho, por o que lo llevaba suelto, un poco más debajo de los hombros. Su piel estaba igual de blanca que hace 19 años atrás, que era su edad actual, su rostro tenía las típicas arrugas de expresión en ojos y boca y estaba pintada débilmente de rojo.
Matt había cambiado demasiado, podía notar la tristeza de esos ojos grises que mantenían su mirada en los míos. Nunca había practicado deporte, pero tenía un atlético envidiable, con musculatura plana y una delgadez excesiva. Ahora llevaba puesto unos jeans, polera negra y una chaqueta de cuero, el pelo, castaño, se encontraba corto por cosas del verano
Note como sus miradas pedían respuestas.
-por que han venido?- pregunte, rompiendo con el silencio que se había hecho por mi inspección
-extrañamos mucho a Helena…- dijo Matt y note como sus ojos expresaban sinceridad
-y queremos que vuelva- termino de decir Amy
-yo…
-espera- me interrumpió Amy- déjanos explicarte los motivos
-déjenme decirles que no pienso cambiar de opinión
-Lena! No te sirve de nada estar encerrada en estas cuatro paredes- comenzó Matt- estar aquí no te hará “normal” y menos hará que vuelva
-a vivir?- termine de decir- es cierto, pero así no llevo a alguien más a la tumba
-Matt tiene razón, además, estar aquí solo te causa más problemas… mírate!- me apunto- cada día te estás consumiendo
-puede que saliendo de este lugar no traiga a Ronnie de vuelta- lo mire con odio- pero estarás cumpliendo uno de sus deseos
-él sabía perfectamente que igual lo haría
-y así quieres que el descanse en paz?, sabiendo que su amada se culpa de su muerte?- finalizo Amy
Era cierto, su último deseo era que no volviera a pisar ese lugar y aquí estaba
Aguante la respiración, tratando de retener las lágrimas, que se esforzaban en salir. Odiaba el tema
Odiaba el simple hecho de que muriera
Me levante, con la intención de irme y dejarlos solos, pero algo detuvo mi paso, mi mano había sido retenida en su lugar
-lo siento por sacar el tema…- se disculpo Amy- pero… arsh! Queremos que vuelvas a ser tu, a ser esa joven que se enfrentaba a cualquier cosa
-te tenemos demasiado cariño como para verte morir aquí
-morir es parte del ciclo de la vida
-es cierto, es parte del ciclo de la vida… no de tu vida
-no puedo darles una respuesta ahora- dije, sus ojos se iluminaron tanto, que me dio pena mentirles- puedo pensarlo?
-en ese caso…- dijo Matt y entre sus manos se desenvolvió un papel blanco. Estaría todo listo para ti, ahí está tu horario, lo pedimos pensando en tus gustos y en los cupos que habían disponibles
-gracias- lo tome entre mis manos ¿hace cuanto que no tomaba un papel entre mis manos?
-creo que es hora de despedirnos… hemos llegado tarde y la hora de visita se acaba
-entonces adiós…- dije, guardando el papel en uno de mis bolsillos
-piénsalo!- dijo Matt, mientras comenzaba a caminar hacia la puerta
-adiós…- dije, cuando los dos desaparecieron de mi vista
Volví a sacar el papel que me había entregado Matt y mientras caminaba a mi habitación, comencé a leerlo minuciosamente. En el papel, estaba anotado lo que sería de mi semana dentro de la secundaria: literatura, biología, historia universal, lengua alemana, sicología, química y electivo biología.
Hace cuanto tiempo que no leía un libro?
Cuanto tiempo había pasado desde que escuche la palabra biología?
Acababa de caer en la cuenta de todo lo que había olvidado, de todas las cosas que tuvieron un grado de importancia en mi vida y quedaron en el olvido por muchos sucesos previos
Olvidado, olvido, olvidar…
Tan difícil resultaba hacer eso?
Apoye mi cabeza en la muralla de la habitación, había llegado ahí pero no recordaba cómo. Inercia
Mierda! En todo el tiempo que llevaba ahí nunca me había preguntado ni menos dudado sobre mi instancia y la visita de mis amigos me había hecho aflorar todos los miedos que había guardado.
Salir.
Enfrentarme a un mundo que no estaba preparado para alguien que tenía visiones del futuro, con tocar algo o alguien podía ver que ocurriría después o que ocurrió antes y a un alguien que estaba obligada a decir la verdad, al menos que quisiera que la mentira fuera la verdad.
Lo había dicho, esos eran los “poderes” que tenia y que me habían tenido aquí hasta los 16 años, hasta que…
Lo recordé: él me había sacado de aquí y ahora inconscientemente me volvía a dejar.
Había venido aquí solo por una cosa obligatoria que nunca comprendi y que nunca me explico. Yo lo había visto y en seguida me sentí atraída, pero no era una atracción física, era como si hubiera encontrado mi otra mitad.
Alto
Respire.
Trate de retener la lluvia de agua que intentaba salir por mis ojos, demasidos cristalizados para ser los míos.
Había intentado en vano reprimir cualquier recuerdo que me trajera a mi realidad, durante este eterno año.
¿Por qué su muerte fue lo único que no vi?
Me estaba desviando del tema, estaba pasando todo este tiempo con mi mente, solamente para decidir: ¿vuelvo a la realidad? o ¿Muerto encerrada aquí?
Volví a mirar el papel, que ahora estaba arrugado en mi mano derecha. Lo estire y fije la vista a la esquina inferior izquierda: tenía dos semanas para decidir.
Equilibre mi balanza y comencé a ver los pros y los contra aunque sabia quien ganaría.
La última opción solo la tenía yo.
Algo rompe mi concentración.
Me acerco a la ventana y pude observar como comenzaban a caer pequeños copos de nieve. Saco mi mano fuera y un copo de nieve cae perfectamente blanco cayó delicadamente sobre mi palma.
Era primero de diciembre
Acababa de comenzar el invierno
Hace un año, a esta fecha, él ya no estaba.
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *come cerebros*
ResponderEliminarMe gustó *v*