martes, 12 de enero de 2010

Podía sentir su respiración entrecortada en el aire, su corazón ya no latía con la fuerza de antes, necesitaba apurarme, tal vez ya no la encontraría con vida
Corría, me esforzaba, mis piernas ya parecían correr por inercia, pero no era lo suficientemente rápido
Me adelante, necesitaba encontrarla, decirle que todo fue un mal entendido, que mi corazón seguía al compas del suyo, mi mente no pensaba en nada más que en pasar el resto de mi vida a su lado, pero a este paso, no alcanzaría
El abrir la puerta de la casa me resulto una eternidad y cuando lo logre, tire todo a mi paso, estaba tan cerca de ella, pero lo que no sabía era que eso no era cierto
Subí las escaleras, esperaba encontrarte durmiendo, sobre tu cama, pero al abrir la puerta de tu habitación, me encontré con un completo desorden, estaban todas tus cosas botadas en el piso, rotas, sucias. Encontré el vidrio, en el que siempre te veía reflejada, estaba completamente roto, con gotas de sangre, tu sangre y con algunos trozos faltantes.
Corrí al baño, para encontrarte con lo que nunca espere encontrarme: tu en la tina del baño, con una botella de vodka y una caja de pastillas vacías, tus brazos estaban llenos de cortes, profundos, por lo que ya no corría sangre.
Te mire largo rato, mis ojos ya no podían mas, estaba entrando en la locura de que no volvería a verte. Tome tu cuerpo inerte entre mis manos y trataba de despertarte, pero no lo hacías, y seguía llorando, te abrazaba, te hablaba, ya no era yo, la locura me había inundado.
Te fuiste, dejándome aquí, solo.

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